La carrera de la Dra. Orozco se ha orientado en la generación de conocimiento multiómico y su integración en estrategias de medicina de precisión, con el objetivo de contribuir a la mejora de la salud de la población mexicana. Su trabajo integra diversas disciplinas y herramientas, como la genómica, epigenómica, metabolómica, transcriptómica, proteómica y metagenómica. Mediante este enfoque multidisciplinario, la Dra. Orozco investiga las características específicas de la población mexicana que inciden tanto en el riesgo de desarrollar diferentes enfermedades como en la respuesta a tratamientos.
Actualmente, es líder del del Laboratorio de Inmunogenómica y Enfermedades Metabólicas en el Inmegen, donde se desarrollan diversos proyectos enfocados, principalmente, al estudio de la genómica de enfermedades raras, enfermedades autoinmunes y enfermedades complejas como el síndrome metabólico, la diabetes y las dislipidemias, entre otras.
En el ámbito de las enfermedades de baja prevalencia en México, que representan un reto importante para nuestro sistema de salud por su difícil diagnóstico, su grupo ha generado hallazgos que impactan directamente en la vida de los pacientes. En esta área, el equipo de la Dra. Orozco ha desarrollado proyectos cuyos resultados tienen un impacto real.
“Hemos caracterizado variantes patogénicas que son las responsables de ciertas enfermedades raras y que nos permiten, no sólo el diagnóstico preciso, sino guiar decisiones terapéuticas, así como dar consejería genética a las familias para tomar decisiones reproductivas informadas. Actualmente trabajamos para fomentar el registro de pacientes a nivel nacional para conocer tanto la prevalencia como la incidencia de estas condiciones”, señaló
Su equipo también ha realizado estudios sobre enfermedades complejas como diabetes, dislipidemias, obesidad e hipertensión, identificando variantes genéticas que influyen tanto el riesgo a desarrollar estos padecimientos como en la respuesta a tratamientos. Estos hallazgos representan aportaciones inéditas a nivel internacional, atribuibles a las particularidades de la estructura genética de la población mexicana.
«La diversidad genética de nuestra población es única y comprenderla nos ayuda a entender también su salud. Es ciencia hecha por mexicanos para mexicanos», enfatizó la investigadora del Inmegen.
Del laboratorio a la práctica
Estos resultados han permitido generar herramientas que pueden ayudar a pacientes y a sus familias, e incluso transformar vidas. Ante esto, la investigadora en ciencias médicas nivel F sostuvo que «considerando las variantes genéticas individuales, hemos contribuido al acceso de los pacientes a tratamientos personalizados que inciden de manera positiva tanto en la evolución de su enfermedad como en la prevención de las complicaciones asociadas a la enfermedad».
Entre los logros de su equipo de investigación se encuentra la identificación de predictores de riesgo poligénico, los cuales permiten estratificar a la población en un riesgo bajo, medio y alto, tanto para enfermedades metabólicas como autoinmunes. En un futuro, esta información podría contribuir a políticas de salud pública para desarrollar estrategias de prevención de acuerdo con el perfil genético de cada persona.
La gran diversidad genética de nuestra población, reflejo de nuestra historia y evolución, también ha sido una línea de investigación importante para comprender los factores de riesgo y protección a diversas enfermedades. Al respecto, la Dra. Orozco destacó la creación de un panel capaz de detectar la ancestría que va más allá de sus componentes principales (europeo, africano y amerindio). “Ahora también podemos detectar el aporte amerindio específico en cada individuo, es decir, si proviene de una mezcla maya, rarámuri, náhuatl, etc. Todo esto nos ha puesto en el mapa global de la medicina de precisión”, afirmó la Dra. Orozco.
Trayectoria y liderazgo
Más allá de sus descubrimientos, la Dra. Orozco ha dejado huella como formadora de nuevas generaciones. Ha dirigido más de 55 tesis de posgrado, y muchos de sus alumnos hoy pertenecen al SNII y encabezan grupos de investigación en instituciones nacionales de alto nivel. Fue creadora del primer curso de alta especialidad en Medicina Genómica y ha impartido clases en la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Su liderazgo se ha extendido a la comunidad científica: ha presidido la Asociación Mexicana de Genética Humana y la Asociación Mexicana de Biología Molecular en Medicina, además de ser miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Con más de 200 publicaciones, 18 capítulos en libros, y múltiples premios y distinciones, su trabajo ha dado visibilidad internacional a la ciencia mexicana.
Ciencia como vocación y compromiso social
Para la Dra. Orozco, hacer ciencia, más que un trabajo, es una vocación que combina la curiosidad, la creatividad, el compromiso y la responsabilidad social, puesto que todo proyecto científico debe tener el objetivo de generar conocimiento que motive a la toma de decisiones informadas, para contribuir a la generación de políticas de salud pública y solucionar problemáticas que afectan a nuestra sociedad.
En este sentido, la investigadora destacó que México es un país con un potencial único: «con esta gran diversidad cultural, social y biológica que tiene, es un laboratorio vivo. La ciencia puede solucionar problemas prioritarios, de acuerdo a nuestras necesidades y realidades. Un país que apuesta a la ciencia invierte en su futuro y en su capacidad para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos».
Su trayectoria, de más de 30 años, ha sido un ejemplo de dedicación y compromiso: «Cuando me inicié en esta carrera, la ciencia era un acto casi de fe y de mucha perseverancia. Contábamos con herramientas limitadas, la infraestructura era escasa y no había avanzado tanto como ahora, y acceder a la tecnología de frontera requería ingenio y colaboración internacional», mencionó.
Hoy, tras ser testigo de la consolidación de instituciones científicas en México, reconoce que hay avances notables en este campo, particularmente en lo que respecta al acceso a infraestructura de vanguardia y redes de colaboración que han impulsado la ciencia mexicana a generar conocimiento de frontera y tener mayor visibilidad internacional.
A pesar de estos avances, la Dra. Orozco reconoce que aún persisten retos como la falta de inversión sostenida, la necesidad de fomentar la inclusión de más mujeres y jóvenes en la ciencia e incentivar una colaboración estrecha entre academia, sector público e industria.
Ante esto, la Dra. Orozco destaca que las personas con interés en caminar por esta aventura intelectual y humana que representa dedicarse a la ciencia: «deben rodearse de personas que los inspiren, con buenos mentores y creer en las capacidades que tiene este país».
Un reconocimiento compartido
La Dra. Orozco recibe el nombramiento de Investigadora Emérita como un honor profundamente significativo, pero no individual: «Este reconocimiento es un tributo a mis colegas, a mis estudiantes, a los pacientes que me han acompañado y, por supuesto, a mi familia. Simboliza décadas de perseverancia y compromiso para consolidar la investigación en México y seguir formando profesionales».
Finalmente, la Dra. Orozco dedicó unas palabras para dirigirse a las futuras generaciones que desean embarcarse en la aventura intelectual y humana que es la ciencia: «No tengan miedo a equivocarse, su talento y su creatividad pueden hacer un futuro más justo, innovador y sostenible. Siempre recuerden que lo que hoy investigan, mañana puede convertirse en la esperanza de alguien».
Con esta distinción, se reconoce su excelencia científica y su convicción de que la ciencia debe estar al servicio de la sociedad. Como Instituto, el Inmegen se enorgullece de formar parte de su trayectoria como referente en la medicina genómica a nivel mundial.
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