Originario de Tepic, Nayarit, el Dr. Felipe Vadillo Ortega creció rodeado de la pasión por la medicina: su madre, pediatra, y su padre, ginecólogo, atendían a pacientes en consultorios instalados desde su propia casa. Esa convivencia cotidiana sembró en él la semilla de su verdadera vocación. «Me fascinó la carrera, pero lo que más me llamó la atención fue poder hacer investigación desde el principio. Aunque me gustaba ver pacientes, siempre tuve el interés por entender cómo sucedían las enfermedades y, posteriormente, me interesó encontrar nuevas propuestas para modificar su curso», recuerda.
Su trayectoria en el campo de la investigación comenzó en 1988, vinculado al Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” (INPer). Pese a que la propuesta laboral coincidió con la oferta de posdoctorado en Boston, el Dr. Vadillo eligió poner en pausa su formación académica para dar inicio a una carrera profesional como investigador del INPer. En este Instituto llevó a cabo la línea de investigación que marcaría su trayectoria, el estudio del nacimiento pretérmino y, en particular, la ruptura prematura de membranas (RPM).
La ruptura prematura de membranas es una condición que afecta hasta el 10% de los embarazos y que, cuando ocurre antes del término de la gestación, puede causar complicaciones, ya que no hay manera de detener el nacimiento. «Se pueden hacer algunas cosas alrededor de ese momento para que el producto nazca en las mejores condiciones pero, si nace prematuro, es un problema y, entre más prematuro sea, hay más dificultades para el manejo y la prevención de daños», apuntó. El doctor Vadillo agregó que es muy frecuente que los bebés prematuros desarrollen alguna condición que les deja cierta secuela, como problemas visuales u olfativos, o hasta parálisis cerebral.
Con el tiempo, su equipo propuso un mecanismo explicativo para esta patología, el cual se convirtió en una hipótesis de referencia a nivel internacional. Aunque su implementación clínica aún requiere desarrollo, este hallazgo le ha dado visibilidad global al grupo de investigación, además de que ha impulsado las redes de vinculación y permitido la formación de estudiantes que hoy continúan trabajando esta línea en distintos laboratorios de Estados Unidos y México.
Innovación para la salud materna
El compromiso del Dr. Vadillo con la salud materno-fetal ha dado frutos en otras áreas. Su equipo desarrolló una estrategia de intervención preventiva para la preeclampsia, una de las principales causas de muerte materna y fetal a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran alrededor de 46,000 muertes maternas y 500,000 muertes fetales o neonatales debido a este trastorno.
La estrategia está basada en la suplementación con L-arginina, un aminoácido clave para el control de la presión sanguínea en mujeres embarazadas, y que se encuentra presente en proteínas de la carne de cerdo, las nueces y las avellanas. Esta intervención ha demostrado ser capaz de prevenir el desarrollo de la enfermedad en por lo menos el 40% de los casos y es utilizada con éxito en diversos países.
En el Instituto Nacional de Medicina Genómica, el trabajo del Dr. Vadillo se ha enfocado en la diabetes gestacional, una enfermedad que complica hasta 17% de los embarazos en México y cuya incidencia aumenta por factores como el sobrepeso y la obesidad.
En esta línea de investigación, el Dr. Vadillo y su equipo han creado una herramienta capaz de identificar desde el primer trimestre del embarazo a las mujeres con riesgo de desarrollar diabetes gestacional, lo que abre una ventana crucial para prevenir complicaciones. Habitualmente, esta enfermedad se diagnostica entre las semanas 24 y 28 de gestación, cuando las posibilidades de intervención son más limitadas.
La prueba, basada en una huella metabolómica, consiste en tomar una muestra de sangre y cuantificar ciertos metabolitos que permiten predecir el desarrollo de la diabetes gestacional. Su carácter innovador es tal que se encuentra en las últimas fases para la aprobación de una patente, registrada a nombre de la UNAM-Inmegen.
El proyecto avanza hacia una nueva etapa: un ensayo clínico de gran escala, en colaboración con el INPer, para validar su utilidad. «Si podemos identificar a la embarazada con riesgo de desarrollar la enfermedad, podemos cuidarla mejor», afirma el investigador. Además, destaca que se trata de una prueba relativamente simple, con un alto potencial de implementación en la práctica clínica.
Trayectoria y formación de nuevas generaciones
La carrera del Dr. Vadillo combina excelencia científica y compromiso con la formación académica. Realizó estudios posdoctorales en la Universidad de Pensilvania y en la Universidad de Ciencias de Oregón; fue director del Departamento de Salud en la Universidad Iberoamericana (1999-2001) y, durante más de dos décadas, colaboró en el INPer antes de integrarse al Inmegen, donde también se desempeñó como director de Investigación.
Con más de 200 artículos en revistas indizadas, dos libros y 15 capítulos publicados, su producción académica ha contribuido a ampliar el conocimiento en fisiopatología de complicaciones del embarazo. Además, ha formado a decenas de especialistas: 62 alumnos de licenciatura, 22 de especialidades médicas, 16 de maestría, 20 de doctorado y dos posdoctorados, muchos de los cuales hoy lideran proyectos propios en México y el extranjero.
Su liderazgo lo ha llevado a formar parte de organismos como la Academia Nacional de Medicina, la Academia Mexicana de Ciencias y asociaciones científicas internacionales, entre ellas la Society for Reproductive Investigation y el Preterm Birth International Collaborative, en el cual forma parte de la junta directiva. Asimismo, es profesor adjunto en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan y ha sido profesor visitante en la Universidad Estatal de Wayne y en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano.
La consolidación de un legado
Para el Dr. Vadillo, ser nombrado Investigador Emérito por el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores significa más que un logro personal: es la validación de una carrera guiada por la convicción de que la ciencia puede transformar vidas. «Este reconocimiento me da la tranquilidad de que el trabajo que hemos hecho mi grupo y yo ha sido relevante y que realmente ha aportado algo valioso al campo de la investigación. Desde que dejé la clínica, tenía la idea de que podía beneficiar a más personas desde la ciencia, buscando mecanismos, generando propuestas y, cuando es posible, desarrollando productos que cambien el curso de una enfermedad».
Con la mirada puesta en el futuro, invita a las nuevas generaciones a trabajar desde la colaboración multidisciplinaria, convencido de que solo así se logran avances significativos en salud.
El nombramiento del Dr. Felipe Vadillo Ortega como Investigador Emérito no solo reconoce una vida de trabajo riguroso, sino que también representa un motivo de orgullo para el Inmegen y la comunidad científica mexicana, impulsándonos para continuar fortaleciendo la medicina genómica en el país y en el mundo.
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